viernes, 21 de octubre de 2011

El primer paso marca la dirección

El 30 de enero de 1998 amaneció nublado en la capital hispalense. De madrugada, en las calles del céntrico barrio Santa Cruz asesinaron a Jiménez Becerril y a su mujer. Tan sólo paseaban. Venían de tomar unas copas con sus amigos. Sevilla lloró aquel día y el cielo quiso acompañar el sentir de la ciudad. Recuerdo aquel día y aquella mañana como si fuera hoy mismo. En el colegio, el día anterior, habíamos pintado banderolas y carteles; habíamos dibujado palomas y recortado cartulinas blancas. Pero, al final, se quedaron en clase. El 30 de enero, el Día Escolar de la Paz, no sacamos nada de eso al patio, no cantamos, ni corrimos, ni celebramos nada. En su lugar, todos los cursos guardamos silencio, varios minutos, por las dos nuevas víctimas que había dejado la sinrazón y el terrorismo.

ETA anunció ayer "el cese definitivo de la actividad armada" y pudimos contarlo. Hubo quien se acogió al optimismo y quien decidió poner “peros”. No creo que fuera ayer tiempo de lo segundo. Ni peros, ni reproches para los que colocaron piedrecitas en el camino. Vista al frente y memoria. A caminar hacia delante, a construir un país más libre, sin terrorismo; y siempre sin olvidar lo ocurrido y a quién quedó en el camino. Ellos siempre en el recuerdo. Habrá quien nunca podrá titular que ETA abandona el terrorismo.

Porque por supuesto que no se nos olvida. ¿Cómo íbamos a olvidar 43 años de horror? Que no se nos olvida, insisto. Ellos son los mismos, son los malos, los asesinos, los que portaron pistolas y pusieron bombas; los que dispararon a la nuca, sin mirar a los ojos, como cobardes que fueron y aún son; son los que amenazaron a periodistas y políticos; los que trataron de sembrar el terror y, en su intento, propagaron tal dolor que ni en infinitos años de cárcel pudieran saldar; son quienes extorsionaron, quienes secuestraron, quienes robaron, quienes asesinaron a cerca de 250 guardias civiles y a casi 150 policías; quienes enclaustraron a cientos de representantes públicos, obligados a [sin]vivir con escoltas, mirando los bajos del coche y temiendo por sus hijos y familias.

Fuente: Borges (El País)

Y es muy importante que se sepa que todo ese horror no sirvió para nada, que fue inútil, que no han logrado nada, que no es a cambio de nada; que ellos han perdido, que han perdido, que han perdido; que hemos ganado nosotros, el Estado de Derecho, la Democracia y la Libertad.

Habrá quien se aferre a la demagogia barata de los terroristas; quien recurra a la retórica y a los términos pueriles de los etarras para no disfrutar de un día muy importante en la historia de España. Todos tenemos que ser cautos, debe ser nuestra obligación; pero también muy optimistas. El primer paso marca la dirección. Hay que seguir caminando, para llegar al final de esta andadura.

jueves, 20 de octubre de 2011

ETA, por fin el fin?

Gaddafi Killed

Este es el vídeo que está difundiendo la cadena Al Yazira en estos momentos. Las imágenes, grabadas con un teléfono móvil, se supone que muestran la captura del dictador libio, Muammar al-Gaddafi.



P.D.: El artículo imprescindibible, Gadafi, el tirano más cínico del periodista Enric González de el diario El País.

lunes, 17 de octubre de 2011

Chaves, el unificador

El PSOE atraviesa en Cádiz una crisis interna de tintes estratosféricos. Desde las pasadas elecciones municipales, andan las armas en alto y las piquetas limpias y relucientes. No hay palabra de un dirigente gaditano que no esconda un doble sentido o una intención. Y, aunque las diferentes ejecutivas locales y la provincial intenten transmitir una sensación de tranquilidad y unidad, los acontecimientos les desbordan. Las críticas se multiplican, con un principal objetivo: Francisco González Cabaña.

El día que se conoció que Manuel Chaves encabezaría la candidatura al Congreso, se apuntó al vicepresidente del Gobierno como punto discordante y generador de la atrofia socialista en Cádiz. Pero llegó el día de ratificar la lista y la mirada viró hacia el expresidente de la Diputación. Entonces, la división latente en el seno del PSOE alcanzó una nueva dimisión. Al fin, el sector divergente se quitó la máscara y señaló al culpable de sus iras. Algo cambió aquel jueves de septiembre; por fin, ya sabíamos explícita y públicamente quién ocupaba cada bando. Y, curiosamente, el expresidentes andaluz fue el único punto en común, quien unió a las alas que se disputarán el mando de la formación tras el 20-N. O, quizás, después del próximo marzo, cuando sepamos del futuro de Griñan, de su capacidad de liderazgo; y de si prosigue al frente de la Junta y de cuanta atracción tiene el Poder.