lunes, 13 de mayo de 2013

El 15-M sigue 'pegado' a Sol


La Puerta del Sol ha despertado inmersa en la "absoluta normalidad", un día después de la concentración celebrada con motivo del segundo aniversario del 15-M. Los quiosqueros y empresarios, según han comentado a este periódico, han abierto sin problemas y no han registrado ningún tipo de destrozos. En la zona sólo quedan escasos vestigios de la protesta.

Ni tiendas de campañas, ni asambleas, ni yayoflautas, ni pancartas, ni carpas, ni pasquines. A diferencia de hace dos años, cuando los indignados mantuvieron una acampada en la Puerta del Sol durante tres meses, la celebración del segundo aniversario del 15-M apenas ha durado unas horas. Después de la concentración, unas pegatinas son el único recuerdo que queda de las protestas.


Los adhesivos rememoran las consignas de los movilizados en el segundo aniversario del 15-M. Las pegatinas responsabilizan a los políticos, a la Monarquía y a la Troika de la situación económica que atraviesa España actualmente. Y, también, de la falta de soluciones a los problemas de los ciudadanos.

Los turistas han paseado por la plaza como si nada hubiese ocurrido un día antes. Han fotografiado los puntos más emblemáticos de la Puerta del Sol; sin recabar, la mayoría de ellos, en los restos de adhesivos colocados por los indignados. Entre otros, los habitualmente utilizados por los componentes de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que siempre evoca el lema: "Sí se puede".

Los lemas a favor de una tercera República son una constante en los adhesivos colocados en la plaza. Muchos de ellos se han pegado en los monumentos más reconocibles del histórico enclave madrileño. Pero no son las únicas consignas que sobreviven en Sol. Y es que aún se mantienen las ideas de las numerosas plataformas que se sumaron a la protesta: educación, sanidad y afectados por la adquisición de preferentes, entre otras.



El pedestal de la estatua de Carlos III mantiene el lema gritado por los integrantes de la PAH. Una plataforma que, según ha comentado Carlos Estévez, miembro de la Asamblea Popular del Barrio de la Concepción madrileño, "ha parado más de 600 desahucios solo en Madrid”.

La corrupción política, que preocupa mucho a los ciudadanos, también ha estado presente en las protestas de los indignados. Los concentrados han exigido a los dirigentes públicos una intensa lucha judicial y política contra este problema.

Los quiosqueros de Sol reconocen que han sentido un "gran alivio" al llegar a la plaza y observar que nadie había acampado en ella. "Ya nos hicieron suficiente daño hace dos años", apunta uno de ellos.


Elaborado para E. P. El País

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